Cuando nos vimos por primera vez, nuestra reacción fue la misma. Completamente inmóviles, nos mirábamos con desconfianza.
Entonces la mirada fija se deslizó despacio, inquisidora. En seguida y con sorpresa, nos dimos cuenta del detalle: los dos teníamos cascabel.
En mi cintura todavía tintineaba en el balanceo. El suyo pendía inmóvil y en silencio de su collar.
Acercándose en un aire distraido, rompió el hielo sutilmente.
De ahí en más fue todo amor.
Él sabe conquistarme en cada encuentro. Y me hace sentir hermosa, cuando corre a recibirme entre besos y maullidos.
lunes, 6 de abril de 2009
Cascabel
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
2 comentarios:
me siguen encantando y fascinando todas tus letras tejidas con gracia, magia y corazon
besos
desde ese texto de "Guerra", pense que no volveria a ver mas letras en este blog............
que bueno fue encontrarme con "Cascabel"
mas besos de colores
y abrazos de soles
Publicar un comentario